Es cuatro de junio, miramos el DOCM y la Consejería de Educación, Cultura y Deporte de nuestra Comunidad Autónoma nos sorprende con la publicación de un nuevo producto para acabar de una vez por todas, durante el verano, con el abandono temprano del alumnado y con el paro del profesorado.
Habituados a recibir recortes, la medida nos ha causado, primero, asombro y, después, un ataque de risa. Nos había llegado el rumor de que pensaban convertir el mes de julio en lectivo aunque nunca acabamos de creerlo.
Llega la oferta con prisas, una semana para solicitar la participación, como suele pasar con las ocurrencias y tiene toda la pinta de ser una medida meramente propagandística. En la línea, destacamos, de la Ley y Decreto de Autoridad, la formación de los voluntarios para hacer prácticas y el Centro Regional de Formación.
Veamos el producto
Aprobar en septiembre
La finalidad del producto es ayudar a aprobar en septiembre al alumnado de 4º de la ESO de los centros públicos que con tres materias no titula porque, de acuerdo con el punto 3 del Artículo 28. Evaluación y promoción y a juicio del profesorado, no tiene expectativas favorables de poder recuperar ni la titulación le beneficia académicamente por la “naturaleza de las materias suspensas”. Esta naturaleza se concreta básicamente en las materias de Lengua castellana y literatura y Matemáticas.
Clases de refuerzo en julio
Para conseguirlo los centros públicos, IES e IESOS, permanecerán abiertos en julio y del 2 hasta el 6 de septiembre, para dar clase en horario de 9:00 a 14:00 a grupos de 12 a 25 alumnos.
Compromisos
Las familias y el alumnado han de firmar un compromiso de asistencia que de cumplirlo será premiado con 0,5 puntos en la nota (¿en cada una de las materias suspensas?).
Un contrato de interino
Las clases las imparten, previa solicitud particular, profesores de la bolsa de interinos que no han sido contratados durante el curso actual. Además del requisito de la especialidad (preferencia para los licenciados en Lengua y literatura castellana y Matemáticas, aunque también cuentan los licenciados en Física y Química, Tecnología e Idiomas), deben presentar una “microprogramación”, asistir “sin voz ni voto” a las sesiones de evaluación ordinaria (se incorporan el 24 de junio, cuando muchas de ellas están cerradas), coordinarse con el centro, y presentar por correo electrónico una memoria-valoración antes del 5 de agosto.
Decide el Claustro
El centro docente, previa aprobación del Claustro (el Consejo escolar no interviene), solicita su participación siempre que cumpla con el requisito del número de alumnos y la autorización de las familias, y se compromete a realizar la evaluación extraordinaria de 4º de la ESO el 6 de septiembre (Matemáticas y Lengua castellana y literatura), a coordinar las actuaciones de sus ejecutores y a realizar memoria- valoración final con las circunstancias relevantes y las propuestas de mejora.
El protagonismo del Departamento de Orientación
Las obligaciones se atribuyen al Departamento de Orientación (la exposición de motivos lo presenta como una medida de atención a la diversidad), eso sí bajo la supervisión del Equipo directivo. En concreto, los “unos” deben concretar la selección y obtener los compromisos el 28 de junio y en septiembre, mantener una reunión con los profesores responsables para otorgar a los merecedores el medio punto y valorar el programa, para que los “otros” envíen a los Servicios periféricos, en cada caso, la lista de participantes y la memoria final (antes del 11 septiembre).
El significado: “vivo sin vivir en mi”
Lo primero que nos llama la atención es que este producto les ha obligado a desmentirse a sí mismos. Analizamos algunas de esas incoherencias.
El enano infiltrado
No por ser habitual, deja de ser asombroso que utilicen la legislación que odian (LOE y Ley de Educación) para justificar sus productos. Citar las Competencias básicas y los programas personalizados en contextos normalizados, heterogéneos y flexibles para atender los distintos ritmos de aprendizaje de cara a obtener el éxito educativo, desde su planteamiento excluyente y específico, para justificar las clases de verano es una falsedad. Como es habitual, manipulan el discurso.
¿Quién lo redacta ? ¿Tienen un enano infiltrado? ¿Piensan que nos hemos caído de un guindo?
Los defensores de la Escuela pública
Partidarios de la libre elección de centros y enemigos de la discriminación que sufre la escuela concertada, se convierten en verdugos y excluyen de los beneficiarios al alumnado y las familias que asisten a estos centros.
Los fracasados
A pesar de la grandilocuencia del discurso, el producto esta pensado para un número muy reducido de alumnos y de centros. ¿Quiénes quedan fuera?
En el caso del alumnado, además del citado de los centros concertados, se excluyen explícitamente los de Diversificación curricular y quedan fuera, los del resto de los cursos de la ESO; los de 4º con cuatro o más materias suspensas, los que tengan una calificación inferior a 3 en las materias suspensas, y en su caso aquellos que con tres no hayan titulado y tengan otras materias diferentes a las citadas como suspensas y los que necesiten transporte (salvo que se busquen la vida); y los de Bachillerato y Formación profesional (una de sus prioridades), por no citar el resto de las enseñanzas.
Los resultados escolares confirman, año tras año, que las tasas de “no promoción” son más altas en los primeros cursos de la ESO. En el último informe del Sistema Educativo que la Oficina de Evaluación realizó (datos referidos al curso 2008-2009) el porcentaje de personas que no promocionaba era del 20,46% en 2º de la ESO, del 19,2% en 3º, del 18,4% en 1º y del 17,7% en 4º. Además, hay que contar con el carácter selectivo de la ESO, tal y como demuestran las tasas de idoneidad que a los 14 años son del 62,2% y a los 15 del 53,5%. El riesgo de abandono temprano no está en 4º. Los que se van son aquellos que, por efecto de la repetición, cumplen 16 años en 2º y 3º de la ESO.
Hablan por otra parte, sin especificar ni establecer el año, de un 33,5% de fracaso en 4º ESO. Citan de forma interesada la tasa bruta de titulados (alumnado con 15 años que titula) y que en el año 2006-2007 era del 66,5%. Olvidan que cuando hablamos de alumnado que realmente titula en cada año académico se utiliza las tasas netas de titulados. En este caso, según las estadísticas oficiales, publicadas en el Portal de Educación, del curso 2011-2012, estaríamos hablando de 79,37% (77,7% en el último año de referencia del citado Informe)
Y en el de los centros, si utilizamos el 33,5%, la hipótesis más favorable a sus intereses, y lo aplicamos a la ratio más alta, 36 alumnos por grupo, el resultado es 12. En el supuesto, imposible, de que todos tuvieran tres suspensos se alcanzaría el número mínimo exigido.
Es imposible que un centro con un solo grupo (es el caso de los IESOs) pueda alcanzar el mínimo exigido, especialmente si no se habilita el transporte. También lo es compartir alumnos cuando hay un único centro en la localidad.
La medida está calculada para que sean los centros grandes y los de las localidades que cuentan con más de un centro, los únicos que puedan pedirlo.
Los campeones de la reducción del déficit público tienen miedo
El actual gobierno es responsable de aumentar las ratios y aumentar el horario lectivo con alumnos para reducir el gasto público. El resultado ha sido espectacular, miles de profesores interinos han ido a la calle. ¿Qué pretenden ahora? ¿Quieren compensar a los que no trabajan durante nueve meses con un contrato de algo más de un mes?
Tristemente tenemos que reconocer que no faltarán candidatos a ocupar este la plaza. La responsabilidad es de quien convoca no de quien participa desde la precariedad,
El producto está pensado para que ocasione poco gasto (nunca superan en números a los que dejan sin pagar los meses de verano) pero hubiera sido gratis obligar a los profesores que suspendena impartir clases en julio. ¡Que mejor profesor que aquel que ha estado impartiendo clase durante el curso! La mayor parte de ellos, funcionarios de carrera, cobra por estar de vacaciones. Podríamos pensar que con esta exclusión buscan agraviar al profesorado, pero la realidad es mucho más prosaica, no han sido capaces de llegar a tanto, ¡tienen miedo! ¿Se atreverán el próximo curso?
Los paladines del academismo y la homogeneidad
La defensa de los contenidos específicos de las asignaturas frente a los transversales (Competencias básicas), la adopción de un sistema jerárquicamente organizado de las materias, y la respuesta específica a la diversidad son notas que adornan su ideario.
Este producto cumple parcialmente con estos principios. Cierto es que contemplan la jerarquía de las materias en la selección del alumnado y del profesorado (¿qué pasará con el resto de materias suspensas?) y, a pesar del discurso inaugural, la respuesta en grupos homogéneos, pero la derivación de la responsabilidad desde los Departamentos didácticos, los que suspenden, y la dirección, coordina, al Departamento de Orientación con el cuento de que se trata de medidas de respuesta a la diversidad, resulta perversa. ¡Qué gran honor! deben pensar los orientadores! Además tienen la oportunidad de poner en marcha las estrategias de la pedagogía del contrato, aunque solo sea para cumplir con la asistencia.
Nunca estuvo tan bien diseñado el triangulo “profesor contratado” (con su microprogramación), “orientador” (con su programación de la respuesta a los otros) y “profesor de materia” (con su programación didáctica). Y sobrevolando por encima de ellos, el equipo directivo. Pensar que va a existir una coordinación no deja de ser una falacia. Al menos, los Departamentos de materia deberían dejar un banco de preguntas de examen para que el producto, al menos, sirviera para aprobar en septiembre.
Los defensores de la autonomía de los centros y del poder de la dirección
Leemos en la Exposición de motivos de la LOMCE, por una parte, emocionados, que quieren estimular la autonomía de los centros y, por otra, alarmados, que van aumentar el poder de los directores.
¡Que mejor ocasión para utilizar este producto como banco de pruebas! Los centros, una vez conocidos los recursos de los que disponen, podría seleccionar al alumnado y al profesorado según sus propios criterios. Los directores sentirán defraudadas sus expectativas cuando la decisión la toma en Claustro (¿llegarán a convocarlo?), la coordinación es del Dto de Orientación y su papel queda reducido a la mera supervisión, además, eso sí, de tener que asumir la responsabilidad de mantener el centro abierto durante todo el mes de julio. ¿Establecerán turnos entre los miembros del Equipo directivo?
Son coherentes excluyendo al Consejo Escolar y a la Inspección de Educación
Llegamos al final, contamos los dedos de la mano y comprobamos que nos falta el Consejo Escolar y la Inspección de Educación. Sonreímos satisfechos al comprobar que por una vez han sido coherentes. ¿Para qué preguntar al Consejo escolar si va a ser una figura decorativa? ¿Por qué distraer a la Inspección de Educación de sus tareas?
Los inmorales
La venta de este producto no deja de ser un verdadero ejercicio de equilibrio en la cuerda. ¿Cómo justificar que pretenden compensar el deterioro de las condiciones de enseñanza pública con un medida puntual? ¿Por qué, en vez de subir las ratios a 36, las bajan a 25? ¿Cómo pueden hablar de coordinación cuándo se pide al profesorado que presente su propia microprogramación? ¿Es suficiente con asistir de convidados de piedra a las sesiones de evaluación?…
La realidad es que este producto propagandístico pone a los centros docentes en un verdadero aprieto. Las ratios, los horarios, los desplazados, los despedidos, …, son muchas ya las heridas abiertas en los Claustros para añadirles más sal. ¿Qué podemos hacer?
Más allá de una actitud crítica más o menos compartida, si no se asume, ¿qué van a decir las familias, especialmente, si otros centros de la localidad lo ponen en marcha?, ¿Cómo van a justificar, en su caso, que los envían a realizar el programa en otros centros? Y si se asume, ¿qué les van a contar a las familias del resto de alumnos que suspenden y quedan fuera?, ¿qué puede pasar con el centro abierto en manos ajenas? No les quedará otra que justificar en las decisiones de la Consejería la exclusión. Unos, los menos, dirán que solo se preocupan de aquellos que tienen expectativas de titular, pues el resto les importa una…Otros, hablaran de la crisis, de la falta de recursos,.., Sean cuáles sean las excusas, como en una tragedia griega, tendrán que dar la cara y aprovechar la “oportunidad” que la Administración les da. Únicamente queda una salida, aprovechar la excepcionalidad y titular a todos aquellos y aquellas que tienen tres materias suspensas.
Hubiera sido más coherente y acorde con su modelo educativo financiar las clases particulares, convenir con las academias privadas o financiar cursos de verano en los centros privados y concertados.
Ciertamente, su único mérito es el de abrir los centros en julio, pero el fin, aprobar en septiembre, no justifica el esfuerzo. Nunca estuvimos de acuerdo con la convocatoria de septiembre, resulta sorprendente que el alumnado alcance en dos meses los objetivos que no ha conseguido en los nueve meses de curso.
Por lo demás, y en relación a tan lírico título, se nos ocurren otros que podrán ser más pertinentes, como por ejemplo: “Haciendo amigos”, “Como puedes ver tengo interés”, “Seguimos abiertos”, “Abrimos una puerta para dar un portazo”, “Cerrando puertas y abriendo heridas”, “Seguro que apruebas en septiembre”…
La risa da paso a las lágrimas y la indignación.
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